Osada y segura de sí misma decidió posar su ojo en aquel agujero,
Con dificultosa visualización tardó unos segundos en distinguirlo,
Un cambio leve en su semblante indicó que lo había precisado.
Encontró dentro un sinfín de colores y formas que se unían y separaban,
Le parecía obsesivo seguir mirando aquella extrasensorial escena.
En ese justo momento todo podía esperar, todo parecía paralizado.
Cada segundo, cada minuto, cada momento se había congelado,
Excepto el contenido de aquel agujero, que se movía incesantemente.
Y detrás, ella observándolo desde aquellas cuatro paredes blanquecinas.
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