jueves, 23 de diciembre de 2010

Vana espera...

Noche tras noche te soñé, día tras día de añoré

Y a mi ventana nunca llegaste.

Tus ojos iluminaban mi mente de quiméricos recuerdos

Por años, esa luz mantuvo la esperanza.


Pero quien llegó a mis sueños una noche,

Fue ladrón disfrazado que vino a robarme los días de alegrías,

Ese, no era el que esperaba

No eran los ojos que irradiaban mi alma.


Quedé sumergida en la lúgubre soledad

Porque aunque él estaba a mí lado, no eras tú,

Y nunca será ese a quien fervientemente anhelé.

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